Sacrificaron Tula para salvar al Valle de México

No fue coincidencia el desbordamiento del río Tula y la inundación de la ciudad, a pesar de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se empeñó en asegurar que la tragedia que acabó con la vida de 17 personas fue resultado de la lluvia que cayó entre el 6 y 7 de septiembre.

Información oficial refiere que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), que operan el sistema de drenaje del Valle de México, expulsaron aguas pluviales y aguas negras hacia el río Tula para evitar la inundación de la capital y municipios conurbados, lo que sumado a que el sistema hidrológico de Tula sobrepasaba su capacidad, provocó los hechos.

Es de mencionar que el actual gobierno federal hizo caso omiso de las medidas de ampliación y corrección del río Tula recomendadas por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) desde hace cinco años para que su cauce soporte las aguas enviadas de la capital a través de sus túneles emisores, según información de medios de comunicación.

De tal forma que el momento de la inundación coincide con el bombeo de aguas residuales, de las 9:05 de la noche del 6 de septiembre a las 2:00 de la madrugada del 7 de septiembre.

Aunado a ello, el ´Protocolo de Operación Conjunta del Sistema Hidrológico del Valle de México´, bajo el cual se rige la Comisión Metropolitana (máxima autoridad en materia de operación del sistema de drenaje) establece cómo deben administrarse las 28 estructuras del sistema de drenaje con la finalidad de evitar ante todo inundaciones en el Valle de México. Sin embargo, pese a que la consigna de la Comisión Metropolitana de Drenaje es resistir al máximo el llenado de los sistemas de la Ciudad de México durante una tormenta antes de expulsar las aguas pluviales y residuales hacia Tula, las intensas tormentas de septiembre provocaron que la capacidad se viera rebasada y se activara el protocolo de desfogue.