Coneval: mexicanas trabajan más horas, por menores sueldos
En el periodo comprendido de 2016-2022, el tiempo que las mujeres trabajaron “fue 1.3 veces mayor que el de los hombres”. Ya que, de 68 horas a la semana, 36 fueron destinadas al empleo formal y 32 al trabajo no remunerado en el hogar. Por el contrario, los hombres destinaron 45 y 14 horas, respectivamente. Esto evidencia que los trabajos “están segregados según el género”, detalló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En situación de pobreza, las jornadas laborales de las mujeres disminuyeron en ocho horas promedio. Sin embargo, destinaron cuatro horas más “al trabajo del hogar no remunerado que al empleo”, indicó el informe Sistema de indicadores sobre pobreza y género en México.
De igual manera, señaló que el 80 por ciento de los hombres, en cualquier situación, tuvieron empleos formales. Asimismo, sólo el 2 por ciento “se dedicó al trabajo del hogar”. Mientras que el 55 por ciento de las mujeres tuvieron trabajo formal, y 32 por ciento realizó quehaceres domésticos sin remuneración.
Este contexto se recrudece en situaciones de pobreza, pues el balance fue de 45 por ciento contra otro 45 por ciento. Esto “restringe oportunidades para la participación en el mercado laboral y en otros espacios públicos”, informó el Coneval.
Esto ha provocado una brecha de género en la participación económica entre hombres y mujeres en México sea aún mayor, ya que “se situó en un diferencial de aproximadamente 30 puntos porcentuales” promedio. Asimismo, alcanzó 37 puntos porcentuales por 26, cuando no existe el factor pobreza. “Las expresiones de discriminación y exclusión en el mercado de trabajo surgidas también de la construcción sociocultural del género”, indicó el Coneval.
Por hora en nuestro país, las mujeres ganan 90 pesos por cada 100 pesos que obtienen los hombres en el mismo horario laboral. En situación de pobreza, la brecha es de 25 pesos menos por hora.
En materia de escolaridad, las mujeres generan 58 pesos por cada 100 con escolaridad de preescolar; 81 por cada 100 con educación básica; 87 por cada 100 con educación medio superior, y 92 por cada 100 con educación en nivel superior.
Un factor relevante en la desigualdad de salarios entre mujeres y hombres es la crianza de los hijos, ya que, de acuerdo con el documento, cuando no hay hijos o hijas, la brecha en la participación económica es del 20 por ciento.
La misma tendencia asciende a 45 por ciento con la presencia de infantes hasta los cinco años, y 30 por ciento con niños mayores a esa edad. Esto afecta a ambas partes, debido a que “los hombres renuncian al tiempo con su familia y las mujeres a menudo renuncian a sus carreras”.